Lo que los músicos NO quisieron decir en sus canciones...

viernes, 27 de abril de 2007

Más Satisfecho, Más feliz.

El texto que nos presenta la banda Radiohead a través de toda su discografía alcanza su culmine en su disco del año 97’ “Ok Computer”. Una banda que se ha dedicado a deconstruir el discurso de hiper higienizado de la sociedad actual en la que vivimos, discurso que se identifica con lo correcto, más bien con lo limpio, con el camino más luminoso de alcanzar la felicidad. En un post de otro blog leí un comentario que es revelador y muy claro de lo que este discurso ha logrado articular. En tono irónico el “blogger” decía algo como “Maldición, hasta cuando me sigo cayendo, cuanta veces Radiohead no me dijo qué tenía que hacer para ser feliz”. Sí, aunque no lo crean, este discurso de lo “Lindo y correcto” tiene pretensiones de ser un manual de cómo ser feliz. Es esto lo que Radiohead nos presenta en su canción “Fitter Happier” (Más satisfecho, más feliz)

“sleeping well
(no bad dreams),
no paranoia,
careful to all animals
(never washing spiders down the plughole),
keep in contact with old friends
(enjoy a drink now and then),
will frequently check credit at (moral) bank (hole in the wall),
favors for favors,
fond but not in love,
charity standing orders,
On Sundays ring road supermarket
(no killing moths or putting boiling water on the ants),
Car wash
(also on Sundays),
no longer afraid of the dark or midday shadows
Nothing so ridiculously teenage and desperate”

(Fitter Happier/ OK computer/ Radiohead 1997)

Sin miedos, sin alarmas, sin sorpresas. Un vida segura, pero que carece de realidad. Lo que denuncia Radiohead es que este discurso incluso apela a controlar y calcular lo que no es controlable y calculable. “Sin pesadillas, sin paranoias, sin miedo a la oscuridad” controlar lo que incluso pertenece al inconciente, a lo que no es reprimible, a lo que pertenece al mundo más íntimo y genuino de cada uno. Siguiendo este manual, seguramente tu imagen aparecerá intachable, “Que bueno es él, cuida a sus animales”, “Qué linda familia que tiene, todos tan ordenaditos y educados”. Pero por detrás puede tratarse de un pervertido, que viola a sus propios hijos o le pega a su mujer. O para que ir tan al extremo: Un tipo(a) encariñado, pero no enamorado ( fond but not in love). Se trata del mundo de la mesura, del control, de lo brillante, del lado luminoso de la distinción. Lado que se aísla de lo “real” que no es tan pulcro, tan coherente. Lado de la distinción que niega todo entusiasmo por algo, aunque sea un exceso (el alcohol por ejemplo).

De una u otra manera, Radiohead nos habla de cómo el hombre ejerce poder sobre sí mismo, sin darse cuenta. Es un discurso tan internalizado por cada uno de nosotros que es casi imposible tomar distancia y preguntarse: ¿Y a quién se le ocurrió que todo esto?
¿Quién cresta dijo que éramos más felices en una casa aislada de toda sociabilidad, de todo el smog y el ruido de la cuidad? Sentimos vergüenza de reírnos fuerte (¡qué cabro chico!, ¡qué poco señorita!) sentimos vergüenza incluso de lo que no es audible ni visible, como es el caso de los denominados “Malos sueños” o deseos.

Radiohead desde el “otro lado de la distinción” (del de los denominados perdedores) crítica de manera macro un discurso que cada vez es más extendido y generalizado, que se inmiscuye en la genética de cada individuo. Encerrado, pero feliz.

Distinto, pero en la misma línea es el caso de Michael Trent Reznor, o mejor dicho, de su alter ego Nine Inch Nails (NIN). Contemporáneo a la banda inglesa, pero al otro lado del Atlántico, Reznor da cuenta de la degradación humana, de cómo este “sistema perfecto”, este “OK Computer”, que nos enseña las pautas del diario buen vivir, carcome por dentro a algunos que no han oído estos consejos y se han quedado en el otro lado de la distinción:

“another day
some other way
but not another reason to continue
And now you're one of us
the wretched
the hopes and prays
the better days
the far aways
forget it
it didn't turn out the way you wanted it to
it didn't turn out the way you wanted it, did it?
it didn't turn out the way you wanted it to
it didn't turn out the way you wanted it, did it?
now you know
this is what it feels like
now you know
this is what it feels like”

(The Wretched- Nine Inch Nails, 1999)

Así, tal como Radiohead, NIN viene a cuestionar este orden generado por los principios de la razón, pero nos hace experimentarlo en carne propia, de una forma mucho más intimista, individual, y en ese sentido carnal. Nos hace ver como de un momento a otro podemos ser uno más de ellos, un “desgraciado”, que por algún motivo pasó de un lado de la distinción al otro. Hombres como Reznor vienen en las postrimerías del la década de los 90 a recordarnos que no todo está en su lugar, que siempre hay otro lado en la distinción que es incluso más real que el que se nos impone, que está latente, en la oscuridad, listo para salir en cualquier momento, aunque sea inmediatamente reprimido, ya que le tememos, tememos que nos digan: “no, la represión de los instintos no es el único camino, hay otras opciones más allá de la razón”. De este modo, Trent da rienda suelta al instinto en su forma más básica en la canción “Closer”, de 1994, realizando una representación salvaje de todo eso que pugna por aparecer, que en un principio nos puede parecer repugnante (sino, chequeen el video clip de esta canción) y que por eso escondemos:

“You let me violate you
You let me desecrate you
You let me penetrate you
You let me complicate you
Help me, I broke apart my insides
Help me, I've got no soul to sell
Help me, the only thing that works for me
Help me get away from myself
I want to fuck you like an animal
I want to feel you from the inside
I want to fuck you like an animal
My whole existence is flawed
You get me closer to god”

(Closer- Nine inch Nails, 1994)

Gente como esta, es la que nos habla no desde el orden, sino del desorden, no desde lo saludable, sino desde la enfermedad que hace tocar fondo, no desde el que tiene esperanza en el futuro, sino desde el que sufre en el presente cada día como si fuera el último. Y no se trata de creerle todo lo que nos dice al autor (aunque más de alguna razón hay para ello), ya que dentro de un medio masivo como la música popular es muy fácil rescatar estereotipos, objetivaciones de la tristeza y del desencanto (como ocurre con los dos artistas que citamos en este breve comentario), y en este sentido es muy fácil generar una reconstrucción del autor, en ambos casos. Son sólo representaciones de algo que existe, de algo que muchas veces es lo más real, lo más visceral…You get me closer to god.
Por Felipe & PJ........